Violines en Venecia
José
María López Dafonte
Hay serenidad en mi ánimo al
afirmar de manera rotunda que pertenezco a centurias anteriores. También
desconozco las misteriosas razones del porqué incendian mi mente obsesiones
insobornables: viajar a la vieja Italia y maravillarme con sus tesoros
renacentistas y barrocos. Y estoy completamente seguro que estos singulares
pensamientos me perseguirán sin tregua hasta alcanzar mi muerte. Y no es de
extrañar, por tanto, que a lo largo de mi existencia haya peregrinado infinidad
de veces al teatro del Universo, al compendio de las maravillas y al deleite de
la mirada humana: Venecia, Florencia y Roma.
Y me planto en la Serenísima
República después que mi ruidoso avión aterriza en el aeropuerto “Marco Polo”, desde aquí embarco en un vaporetto y una avalancha de venecianos
hace gala de un infernal griterío e insiste en poner sus zapatos encima de mis
pies.
Mientras el vaporetto sortea toda clase de embarcaciones, las aguas del gran canal se abren majestuosas y trazan curvas sorprendentes que revelan poco a poco la majestuosidad de este paraíso: palacios magníficos renacentistas y barrocos semienterrados en el negro Adriático,
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| Vista del Gran Canal,Lord Byron lo atravesó a nado,obsesionado por su historia y su belleza |
Mientras el vaporetto sortea toda clase de embarcaciones, las aguas del gran canal se abren majestuosas y trazan curvas sorprendentes que revelan poco a poco la majestuosidad de este paraíso: palacios magníficos renacentistas y barrocos semienterrados en el negro Adriático,
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| Tesoros del antiguo esplendor de Venecia |
lucen arcos conopiales y
apuntados con tracería, del mismo modo que iglesias de altas cúpulas con
pináculos que besan el cielo, y un cúmulo de iglesias, cuyas campanas no
dejaron de sonar día y noche con motivo de la gran victoria de la batalla naval
de Lepanto, que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571,fecha cumbre y gloriosa para la Serenísima.
Veroneses, Tizianos y Tintorettos, entre otros, se vislumbran a través de los grandes vanos de la divina arquitectura civil y religiosa en ambos lados del gran canal, entre otros tesoros que encierra este colosal relicario de belleza indescriptible.
Veroneses, Tizianos y Tintorettos, entre otros, se vislumbran a través de los grandes vanos de la divina arquitectura civil y religiosa en ambos lados del gran canal, entre otros tesoros que encierra este colosal relicario de belleza indescriptible.
Sin lugar a dudas el ingenio
desplegado para construir esta ciudad es casi tan impresionante como su
encanto.
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| Tiziano (1477-1756),un genial pintor veneciano |
Venecia reposa sobre alrededor de un centenar de islotes fangosos, surcados por una miríada de canales en cuyos años gloriosos se movían un “verdadero enjambre de góndolas, oblongas barcas de remos, algunos faluchos y otras embarcaciones menores”, tal como escribe Peter Harris en su novela El enigma de Vivaldi, todas ellas al amparo del dorado león de San Marcos.
Y sin darme cuenta, la luz se vuelve azulada y mis pies ya pisan tierra
firme. A grandes zancadas me abro paso por callejuelas estrechas y mal iluminadas,
camino de mi humilde hotel que se encuentra en las cercanías de la Piazza San Marcos. Dejo atrás tiempos pretéritos:
museos, monasterios y pequeñas fábricas familiares de vidrío soplado, y para
más sorpresas dos ratas se cruzan en mi camino en pleno puente Rialto, y por
fin alcanzo la Piazza con su enorme
Basílica, el Palacio Ducal y un gigantesco
Campanario. Y me siento en el suelo casi derrumbado por el sumun del Arte.
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| El puente de Rialto, el más romántico de la antigua Venecia |
De esta Plaza dijo Napoleón que “era el salón más hermoso de Europa”, y es que un león de San Marcos domina la Piazza donde “las palomas andan y los leones vuelan”. La Piazza San Marco encarna una inefable combinación de variedad, proporción y belleza. En los Cafés de lujo que la bordean se canta Ópera o se escucha a Albinoni, a Durante o Locatelli y sin lugar a dudas al genial Vivaldi, y siempre prevalece el violín.
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| La gran Plaza de Veenecia donde los leones vuelan y las palomas andan,al fondo la genial Basílica |
La Basílica es “irreal,fantástica, absolutamente irrepetible
“. Las cinco puntas de la fachada están coronadas por lunetos de mosaico que
reemplazaron en el siglo XVIII a los del XVI,que en su día sustituyeron a su
vez los mosaicos del siglo XIII.
Después de más de dos horas de estupefaccion en la noche
amiga, abandono el viejo vergel de piedra y una vez en el hotel mi mente
excitada no para de tejer historias sobre los hombres y genios de la Senísima
República.
Venecia es la única ciudad del mundo que, al haber crecido según las pautas marcadas por un código genético escrito más allá del tiempo, nunca se podrá confundir con ninguna otra; también hoy se presenta como era tiempo atrás, construida con oro y piedra de Istria y sus salas monumentales siguen custodiando el talento, la inspiración y el genio de los artistas que el destino ha querido reunir para siempre. A lo largo de la existencia, la República Serenísima fue un increible taller artístico : mentes excelsas proyectaban y construían palacios e iglesias; manos expertas afrescaban sus interiores destinados a acoger telas valiosas.
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| Si va usted a Venecia,pierdase por el dédalo de sus canales y admire lentamente su belleza |
Venecia es la única ciudad del mundo que, al haber crecido según las pautas marcadas por un código genético escrito más allá del tiempo, nunca se podrá confundir con ninguna otra; también hoy se presenta como era tiempo atrás, construida con oro y piedra de Istria y sus salas monumentales siguen custodiando el talento, la inspiración y el genio de los artistas que el destino ha querido reunir para siempre. A lo largo de la existencia, la República Serenísima fue un increible taller artístico : mentes excelsas proyectaban y construían palacios e iglesias; manos expertas afrescaban sus interiores destinados a acoger telas valiosas.
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| El gran Vivaldi( (1648-1741),un genio de la música barroca |
En los talleres se fabricaban istrumentos de cuerda nacían violines y violas de gamba; en los salones,en los teatros y en cualquier otro lugar, se proponían sinfonías,óperas y cantatas.La música,sobre todo en los últimos siglos, constitituia el pilar sonoro que transcurría orgullosa arropada por su autoalabanza.
No hay que olvidar que en el bajo barroco (1700-1750 ),la
música italiana conocía un vigor exhuberante, un desarrollo
imparable,especialmente en los tesoros de la música instrumental y de la
ópera.Sin embargo, está claro que los músicos italianos se entregaron cuerpo y
alma al violín.
El veneciano Vivaldi (1678-1741) fue un auténtico virtuoso
del violín; muchos de sus conciertos para solista plantean exigencias técnicas
despiadadas, y están concebidas con el próposito de ser,sobre todo,vehículo
para el lucimiento del virtuoso.
Vivaldi en Venecia
Sin lugar a dudas, Venecia es la ciudad más romántica del mundo,si no la conoce,no dude ni un momento y acerquese cuanto antes a este edén escogido por los hombres y los dioses para la divina quietud y el disfrute del amor.
Vivaldi en Venecia
Sin lugar a dudas, Venecia es la ciudad más romántica del mundo,si no la conoce,no dude ni un momento y acerquese cuanto antes a este edén escogido por los hombres y los dioses para la divina quietud y el disfrute del amor.
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